El tradicional pasaje Lezica es una
arteria del barrio porteño de Almagro que se extiende a lo largo de cinco
cuadras entre Medrano y Río de Janeiro. Sus construcciones mantienen desde hace
casi un siglo una armonía urbanística que vuelve a este reducto local un sitio
de importancia patrimonial.
Este tramo de la calle Lezica y el
pasaje Ángel Peluffo forman un complejo urbanístico de características
particulares. Una mayoría de casas de una o dos plantas, muchas de ellas
antiguas, muchas que llevan la firma de constructores y arquitectos de
renombre”, agregan para pedir resguardos patrimoniales.
El trazado en diagonal del pasaje; la
unión entre Peluffo y Lezica, que da lugar a una pequeña y curiosa manzana en
forma de triángulo; el ambiente sosegado y reparado, a pocos metros de una esquina
tan bulliciosa como la de Medrano y Rivadavia; el pintoresco edificio de Lezica
y Medrano, construido por el arquitecto húngaro Andrés Kalnay a fines de la
década de 1920; la perspectiva hacia las vías del tren son solo algunos de los
rasgos que hacen de este pequeño espacio de Almagro un lugar único que merece
ser preservado.
Fuente: Pura ciudad
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