Hasta la aparición del tranvía, los
medios de transporte terrestre de que disponía Buenos Aires eran escasos y
lentos, solo se contaba con el caballo, la diligencia, los carruajes y la
carreta.
Hacia 1858 se incorpora el ómnibus
para 15 personas, tirado por cuatro o seis caballos. Su lucha principal era con
el pésimo estado de las calles y caminos que, empantanados en épocas de lluvia,
se hacían intransitables.
Aparece en 1870 un nuevo vehículo, que
circulará sobre rieles. Este medio nacerá con nombre foráneo: tramway, que con el tiempo se aporteñó
por tranguay y finalmente tranvía.
Hacia 1863, las empresas ferroviarias
habían hecho circular algunos tranvías a caballo para acercar los pasajeros a
la terminal, como complemento del ferrocarril.
Las primeras líneas de tranvías se
inauguraron el 27 de febrero de 1870, un domingo de carnaval, concesionadas por
los hermanos Lacroze y los hermanos Méndez. Ambas corrían en forma paralela
desde el centro hasta el entonces Mercado 11 de septiembre.
Este nuevo transporte introdujo
grandes cambios, al mejorar la movilidad de la población, acercándola con
rapidez a los lugares de trabajo. Trajo como consecuencia una valorización de
los terrenos por los que circularía, como antes había ocurrido, hacia 1857, con
el comienzo del ferrocarril.
Tranvía y tren correrán por las
calles de Balvanera y Almagro, conectando puntos hasta entonces de difícil
acceso. No obstante aparecerán detractores, aduciendo que el trepidar de los
pesados armatostes aflojaría los cimientos de sus viviendas, además de los
riesgos para los peatones desprevenidos, que podían ser arrollados.
Fuente: Periódico Primera Página.
Fotografías tomadas en Av. Rivadavia y José Marmol